Como si de una mira descalibrada se tratara, mi puntería definitivamente es una debilidad, el gusto sin embargo la mayor fortaleza, pero el tino, desaparecido entre escombros y sin rescatistas dispuestos a la reconstrucción.
¡Que ganas de apuntar mal!, pero hablando de gustos. Esta vez suena un poco diferente porque cada vez me gusto mas, lo que veo y lo que observo me parece que es increíble, las primeras 45 paginas del libro ya no me gustan tanto, sin embargo el giro que podría tomar hacia el final se puede volver épico, ha sido un capitulo este para dejar atrás el ligue del tiempo pasado, de no querer conectar mas con ese tomacorriente que me conecta con la comodidad y lo conocido, toca enchufarse al parecer con el 220 quizás.
Casi tres meses geniales, de absurda ternura de su parte, de complicidad, de escucharla y de también oírla, casi me enamoro de ella sin siquiera verla, sin conocerle las manías, sin saber si su presencia se sincroniza con la mía, pero entonces aparece mi mira descalibrada, esa que se fija donde no hay espacio para mi, esa que se empeña en entrar a los lugares donde no soy invitado, lugares donde realmente nadie me espera. Pero esta vez me gusto tanto que prefiero enamorarme de mi, de esta pagina que cambia la historia del libro, ¿me despido? Si. Pero no con el enojo de siempre, me despido odiando las despedidas, no me gustan, pero como ella, las despedidas son inevitables.
Adiós.
LA
05/02/2025
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